Nacionalización de YPFB |
La inversión privada y la
productividad de Bolivia son bajas, la informalidad es generalizada, no se
impulsaron sectores estratégicos como hidrocarburos y la minería, además uno de
los obstáculos para el crecimiento es el mal clima de negocios. Estas son algunas
de las consideraciones del documento: “Alianza Estratégica con el país
2012-2015”, elaborado por el Banco Mundial (BM).
El análisis resalta que
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no ha sido capaz de
impulsar la inversión en el sector. Como resultado, la capacidad de producción
de gas de Bolivia se ha estancado, retrasando el crecimiento de las
exportaciones de gas a Argentina y otros mercados. “Los países vecinos están
reduciendo su dependencia energética de Bolivia mediante el desarrollo de sus
propias reservas y la construcción de plantas de gas natural licuado”.
Por otra parte las perspectivas
de crecimiento de la minería son modestas dado que San Cristóbal (la empresa
minera más grande del país) ya ha alcanzado su máxima capacidad y que otras
inversiones se han retrasado.
“El desarrollo de las reservas de
hierro de El Mutún y de las grandes reservas de litio de Uyuni ha sido más
lento de lo previsto debido a la falta de suministro de energía,
infraestructura de transporte insuficiente y la falta de inversiones”.
También se resalta que algunos
sectores intensivos en mano de obra, en especial el de manufacturas, podrían
verse limitados por la falta de inversión privada vinculada con el clima de
inversiones global y la incertidumbre generada por las continuas reformas
legales y las restricciones en el suministro de energía, señala el documento.
PERSPECTIVAS ECONÓMICAS
Se prevé que el crecimiento
converja a 3.8 % en el mediano plazo, que la inversión privada se mantendrá
baja, en alrededor de 7 % del PIB, y que los precios de los productos básicos
disminuyan, aunque modestamente, en los próximos años.
“El superávit de cuenta corriente
podría disminuir a 1.4 % del PIB en el año 2015 si se estancaran las
exportaciones mineras y gasíferas, disminuyeran las remesas y se elevaran las
importacionesen respuesta a una fuerte demanda interna y a la apreciación
real”.
“Se prevé que las reservas
internacionales aumenten de 12 mil millones de dólares en 2011 a 18 mil
millones en 2015. En el frente fiscal, el superávit podría disminuir
gradualmente de 3.7% del PIB en 2011 a un nivel cercano al equilibrio o a un
ligero déficit en 2013-15, bajo el supuesto de que los ingresos por
hidrocarburos se estancaran y los gastos continuaran creciendo”.
También se anticipa que el
gobierno central pueda incurrir en déficit y acumular deuda pero, como
porcentaje del PIB, se prevé que la deuda pública bruta disminuya de 40% ciento
en 2010 a 37 % en 2014 en la medida en que el PIB nominal crezca. Esta tendencia
se revertiría al final del período de proyección debido al déficit fiscal
emergente.
IMPACTO EXTERNO
Existen varios riesgos a la baja
para el crecimiento económico. Un retroceso en la recuperación internacional
podría afectar negativamente las perspectivas de Bolivia, erosionando los
equilibrios externo y fiscal a través de la caída de los precios de los
productos básicos, la reducción del volumen de exportaciones de gas a Brasil y
Argentina y la disminución de las remesas desde España, Estados Unidos y Argentina.
“Las exportaciones de productos
básicos representaron alrededor de 82 % de las exportaciones totales y 32% de
los ingresos fiscales en 2010, y una caída significativa de los precios tendría
implicancias tanto de cuenta corriente como en el balance fiscal. Si el
gobierno tiene éxito en conseguir socios para llevar a cabo los proyectos de
inversión anunciados, sobre todo en los sectores de minería y de hidrocarburos,
las perspectivas de crecimiento a mediano plazo podrían mejorar de manera significativa”,
indica el estudio.
Por otro lado, las altas reservas
internacionales podrían aumentar la presión para gastar o consolidar un tipo de
cambio fijo de facto afectando la capacidad de reacción ante choques externos.
La situación fiscal también podría erosionarse por las presiones generadas por
la descentralización y los costos relacionados con el proceso de
nacionalización.
“Los obstáculos al crecimiento a
más largo plazo deben ser abordados en cuanto a la infraestructura, el sector
financiero y el clima de negocios. Importantes brechas de infraestructura y una
débil capacidad institucional socavan las perspectivas de desarrollo de
Bolivia”.
SECTOR FINANCIERO
El análisis del BM también
destaca que el reciente aumento en el crecimiento del crédito, así como la
fuerte dependencia en bienes inmuebles como garantía tendrán que ser
cuidadosamente monitoreados. Asimismo, recomienda que el Gobierno equilibre las
medidas para fomentar la inclusión financiera, incluyendo el otorgamiento de
préstamos a través de entidades públicas y cambios en el marco regulatorio, con
el riesgo de sobre-endeudamiento y un posible deterioro en la cultura de
repago.
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