Barack Obama, presidente de EEUU |
Estados Unidos considera que las leyes recientemente aprobadas en Bolivia para penalizar el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo no son suficientes e incluyó nuevamente al país este año en una lista de naciones a las que califica como de mayor “blanqueo” en el mundo.
En un documento adicional al informe anual sobre el narcotráfico, el Departamento de Estado de EEUU señaló que aunque Bolivia “no es un centro financiero regional, las actividades de lavado de dinero continúan”.
Bolivia se encuentra en un grupo de 65 países, entre ellos varios latinoamericanos, que para el Gobierno de Barack Obama pertenecen a una categoría de “jurisdicciones de interés primordial”. En cambio, otras naciones fueron clasificadas como “jurisdicciones de interés” y “jurisdicciones supervisadas”.
En febrero pasado, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) también indicó que el país aún no ha solucionado las deficiencias en su estrategia de lucha contra el lavado de dinero y lo mantuvo en su “lista negra”.
Y aunque “para el Gobierno es ‘incomprensible’ que el GAFI mantenga a Bolivia en el grupo de observados” no fue un país quien nos criticó —ni siquiera sólo el imperio— sino todos estos: Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hong Kong, China, Islandia, Irlanda, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Holanda, Nueva Zelandia, Noruega, Portugal, Singapur, España, Suecia, Suiza, Turquía, Reino Unido y EEUU.
En su informe sobre Bolivia publicado ayer en su página web (www.state.gov), el Departamento de Estado de EEUU explica que las leyes contra el lavado de dinero no “incluyen todos los delitos recomendados por las normas internacionales” y agrega que “Bolivia debería tratar de ampliar sus leyes a la más amplia gama de delitos”.
También señala que la legislación relacionada con el financiamiento del terrorismo, aprobada en septiembre de 2011, “no es lo suficientemente amplia para cumplir con los estándares internacionales”.
EEUU, como lo hizo el GAFI, destaca que la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) de Bolivia tiene debilidades. “La continua falta de personal, combinada con la falta de recursos y las deficiencias del marco legal y regulatorio, limitan el alcance de la UIF y la eficacia”, añade.
Inteligencia
Para EEUU, la expulsión de la Drug Enforcement Administration (DEA) de Bolivia, en noviembre de 2008, ha disminuido la efectividad de varios grupos financieros de investigación que operan en el país, incluidos los equipos de la Policía Boliviana y de las fuerzas especiales.
“Sin embargo, inteligencia financiera de la Policía antinarcóticos y grupos de análisis han proporcionado las pistas para la investigación de tres casos importantes en el año 2011”, revela el informe.
El documento señala que la mayoría de las investigaciones de lavado de dinero se desarrolla en el departamento de Santa Cruz y están relacionadas con organizaciones de tráfico de narcóticos.
El informe de lavado de dinero en el mundo del Gobierno estadounidense fue efectuado sobre la base de un análisis de la situación en 200 países.
La revisión incluye una evaluación de la cantidad de transacciones financieras efectuadas en instituciones que han participado en delitos graves; las medidas adoptadas o no para hacer frente a los delitos; la vulnerabilidad de cada jurisdicción; la relación de sus leyes y políticas con las normas internacionales y la eficacia con la que el Gobierno actúa, entre otros.
Casinos, casas de cambio informales y remesadoras
El informe del Departamento de Estados Unidos sobre Bolivia identifica a los casinos, las casas de cambio informales (incluiría librecambistas) y las empresas ilegales de transferencias electrónicas (remesadoras) como los lugares en los que se lava dinero en el país. El documento añade que estos sitios no están sujetos a control eficiente.
EEUU también destaca que las actividades financieras ilícitas se relacionan principalmente con el narcotráfico, la corrupción, la evasión fiscal, el contrabando y la trata de personas.
Entre los antecedentes, apunta que en diciembre de 2008, el Grupo Egmont, que reúne a las unidades de investigación financiera del mundo, “expulsó” a la UIF boliviana de entre sus miembros, debido a la falta de una legislación adecuada para hacer frente al lavado de dinero y al financiamiento del terrorismo.
“Para recuperar su membresía Egmont, Bolivia debe volver a aplicar y aportar pruebas por escrito de cumplimiento de los requisitos”, agrega. El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas informó en febrero pasado que inició las gestiones para formar parte nuevamente del Grupo Egmont.
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